2008-11-04

Lizarra - Estella - Lizarraldea (I)

Lizarra (Estella) en una época fue la causante de que el euskera se fuese olvidando en los pueblos de alrededor.


A partir del siglo XVI en Lizarra el euskera comienza a ser arrinconado en favor del castellano. Sin embargo en los pueblos de alrededor, pueblos pequeños, que no tenían mucha relación con el resto se mantiene varios siglos más. Pero la influencia de Lizarra (Estella) hace que poco a poco también en los pueblos vecinos, el euskera se vaya perdiendo y sea el castellano el que pase a ser el dominante. Arbeiza, es uno de los primeros pueblos donde se pierde la lengua vasca.


Este fenómeno (pérdida del euskera en los pueblos pequeños) es bastante curioso, y a la vez bastante normal, ya que si en la ciudad, es decir en Lizarra, se va perdiendo el euskera, los vecinos que acuden a la ciudad a realizar sus compras y ventas poco a poco se van acomodando a lo que predomina en la ciudad, ya que como en otros lugares el comercio tiene una gran importancia. Y claro está los que tienen negocios, bufetes, trabajan profesiones liberales de gran prestigio son los primeros que abandonan el euskera, con lo que los pueblerinos que acuden a la ciudad copian y tratan de relacionarse lo mejor posible con las capas dominantes. Con lo que el euskera en los pueblos vecinos, y principalmente en aquellas familias que más relación tienen con la ciudad van arrinconando la lengua vasca para expresarse en castellano.
Sin embargo, no pensemos que este cambio se dio de un día para otro. En primer lugar porque en Lizarra, se mantuvieron familias y familias euskaldunes hasta no hace mucho tiempo, y en segundo lugar porque no tampoco en los pueblos, por muy cercanos que estuviesen a Estella, pasaron de un día para otro a hablar en castellano.


El año de 1587 los valles de Allín y Metauten eran euskaldunes, y no se conocía el castellano. El año de 1778 sin embargo, Arbeitza, Eultz, Oiobarren, Oiogoien, Arteaga, Metauten, Zufia ya forman parte de la zona en que se habla castellano. Podemos concluir que en el valle de Allín se deja de hablar el euskera hace unos 200 años.

Gerardo Luzuriaga