2007-09-30

Aurelio Ibarrola Perez de Pipaon


Adiós a un amigo, apasionado de la libertad.


No por esperada la noticia es menos triste. Nuestro amigo y compañero Aurelio se ha ido. Ha llevado con paciencia y tranquilidad una larga enfermedad que le ha hecho verse cada día un poco más débil.

Los últimos latidos de su gran corazón los tendremos siempre presentes los que lo hemos conocido, los que hemos compartido con él trabajo, juergas, meriendas alredor del fogón… El último latido resonará siempre en las montañas desde Peñalamiel hasta Joar. Tendremos presente su andar erguido y sus palabras siempre justas y comedidas sobre cualquier tema.

Paladín de la libertad y de la justicia. No se metía con nadie, no hablaba mal de nadie, pero manteniendo razonamientos sensatos y juciosos. Amante de la libertad con mayúsculas, se sentía libre y ha vivido libre. Ha sabido apreciar como nadie las peculiaridades de Nazar, las calles, el monte, los setales… Ha demostrado con abundancia ser amigo de sus amigos.

Adiós Aurelio. Podría escribir y escribir, pero creo que no es necesario. Todos sentimos tu ida.



EL PRESO NÚMERO 9

Al preso número 9
Ya lo van a confesar
Está rezando en la celda
Con el cura del penal

Porque antes de amanecer
La vida le han de quitar
Porque mató a su mujer
Y a un amigo desleal

Dice asi al confesor:
Los maté, sí señor,
Y si vuelvo a nacer
Yo los vuelvo a matar

Padre no me arrepiento
Ni me da miedo la eternidad
Yo sé que allá en el cielo
El ser supremo me juzgará
Voy a seguir sus pasos
Voy a buscarlos al mas allá, Ay, ay, ay!

El preso número 9
Era un hombre muy cabal
Iba la noche del duelo
Muy contento a su jacal

Pero al mirar a su amor
En brazos de su rival
Sintió en su pecho el rencor
Y no se pudo aguantar

Al sonar el clarín
Se formó el pelotón
Y rumbo al paredón
Se oyó al preso decir

Padre no me arrepiento
Ni me da miedo la eternidad
Yo sé que allá en el cielo
El ser supremo me ha de juzgar
Voy a seguir sus pasos
Voy a buscarlos al mas allá, Ay!

CABALLO PRIETO AZABACHE

Caballo prieto azabache,
Como olvidar que te debo la vida
Cuando iban a fusilarme
Las fuerzas leales de Pancho Villa.
Aquella noche nublada
Una avanzada me sorprendió,
Y trás de ser desarmado
Fui sentenciado al paredón.

Y cuando estaba en capilla,
Le dijo Villa a su asistente,
Me apartas ése caballo,
Por educado y por obediente.
Sabía que no me escapaba
Pero pensaba en la salvación,
Y tú mi prieto azabache,
También pensabas igual que yo.

Recuerdo que me dijeron:
Pide un deseo pa' ajusticiarte
Yo quiero ser fusilado,
En mi caballo prieto azabache.
Y cuando en tí me montaron
Y preparaban la ejecución,
Mi voz de mando esperaste,
Y te avanzaste contra el pelotón.

Con tres balazos de máuser
Corriste azabache salvando mi vida,
Lo que tú has hecho conmigo,
Caballo amigo, no se me olvida.
No pude salvar la tuya
Y la amargura me hace llorar,
Por éso, mi prieto azabache,
No he de olvidarte nunca jamás.

Kattagorria

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Aurelio. Te echaremos en falta. Es más haremos una juerga en tu memoria. No es fácil dejar huella en esta vida. Ahora que no estás se puede decir tú la has dejado. No te olvidaremos tan fácil. RUBIO.

12:40 p. m.  

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